Publicado por: Claudio Nuñez | martes 17 de noviembre de 2020 | Publicado a las: 12:00
Escribe: Marco Vásquez Ulloa
Como decía el escritor y filósofo Jose Ortega y Gasset “quién hace una pregunta tema parecer un ignorante durante cinco minutos. Quien no pregunta se mantiene ignorante toda la vida”, me he desafiado a poder establecer cuál es el problema de nuestra comuna de Temuco. Difícil tarea, pero tratare de llegar a algunas conclusiones que te invito a leer.
Temuco al igual que casi la gran mayoría de las comunas de nuestra región, presenta grandes desafíos en materias sociales, económicas, ambientales, culturales, de infraestructura, conectividad e igualdad de oportunidades. Cada uno de los habitantes del territorio poseemos en lo más profundo de nuestro corazón, mente o alma, como desees llamarle, anhelos, sueños, esperanzas, temores que a menudo nos invaden, sea de noche o de día. Ahí están recordándonos que vivimos el hoy, el presente, este día que avanza y nos quita horas de vida.
Pero ¿seré yo el indicado para enunciar cuál es el problema de mi comuna? El estallido social del 18 de Octubre del año pasado nos dejó muchas enseñanzas que nos deberían permitir avanzar con mayor seguridad. La sociedad y sus organizaciones levantaron un sin número de demandas, anhelos, sueños, malestares que estaban callados o que no habían sido canalizados por los conductores de las necesidades sociales en Democracia. Me refiero a las autoridades democráticamente elegidas por nosotros, los ciudadanos.
Nietzsche, Filósofo precursor de la posmodernidad nos dice que “El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas a menudo estarás solo y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”. Eso nos dejó Octubre del año pasado. Ciudadanos exigiendo su derecho a participar de la construcción de su futuro y el de su comunidad. Los canalizadores de los sueños y prioridades de los ciudadanos, es decir, nuestras autoridades que elegimos democráticamente se desconectaron de nuestro sentir. Hoy el desafío es en no sentirse un representante de la ciudadanía, sino un instrumento para que éstos alcancen sus sueños, anhelos y logremos ser felices viviendo en comunidad.
Ante preguntas de muchas y muchos amigos y concoides en relación con “cual será mi programa para la comuna de Temuco si alcanzo el sillón municipal”, les respondo con mucha serenidad que tengo muchos sueños y proyectos desafiantes para Temuco, pero serán los ciudadanos, hombres y mujeres de la comuna, quienes me entregarán sus sueños, temores y anhelos, para que con mis herramientas pueda levantar una propuesta de trabajo inclusiva, innovadora y derribadora de muros de exclusión.
La preocupación central no debe ser el problema, sino el cómo hacer participar a los habitantes de la comuna. La participación activa de la ciudadanía y sus organizaciones de la sociedad civil serán vitales en la construcción de este nuevo Temuco. Y como dijo Platón “Buscando el bien de nuestros semejantes, encontremos el nuestro”. Mis herramientas y yo estaremos “Siempre Listo”